Variedad inagotable de platos en un ambiente color rosa digno de un cuento de hadas.
Intro
La Panera Rosa es una cadena de restaurantes que nació en Argentina en el 2013 y se ha extendido por Uruguay, España y ahora Chile.
Están en Isidora Goyenechea (El Golf) y la cocina está a cargo del chef Mauricio Jofré, quien también lidera Café San Juan, otro famoso restaurante argentino.
¿Qué comí?
Brie & Chicken Hot
Pollo salteado, cebolla caramelizada y crema de pimientos picante, con huevo a la plancha y queso brie.
8.400 CLP
Un plato para apetito de campeones, muy contundente, sobre todo por el tamaño del waffle.
Además de los ingredientes listados, se le siente también un toque de anís.
Raviolón de jamón y queso
Con trilogía de tomates.
9.900 CLP
Otro plato con el que fácilmente se puede quedar satisfecho, con harta salsa de tomate y no menos de seis tomates cherry cortados a la mitad.
Servido a muy alta temperatura, incluso con la advertencia del garzón de “cuidado con el plato, está caliente”.
French toast
Tostada en pan brioche humedecidas en huevo, miel y leche, acompañadas con queso crema, frutos rojos y semillas.
5.900 CLP
No es un plato principal, así que el tamaño es mucho menor.
Donde no escatimaron fue en el scoop de queso crema (un tercio de barra aprox.) y en la salsa de frutos rojos que era suficiente cantidad para untar en cada bocado si lo deseas.
Vaso de limonada con miel y maracuyá
4.600 CLP
También ofrecen una jarra que cuesta casi el doble y que debe alcanzar para un poco más de dos vasos.
Vainilla Latte
Café con leche al vapor y toques de vainilla.
2.600 CLP
Perfectamente servido en 3 capas y con un par de galletitas de chocolate para humedecer y degustar.
Yo pedí el endulzante aparte, pero la garzona me dijo que lo más seguro era que no necesitara agregarle más porque con la vainilla debía ser suficiente.
Tuvo razón, entonces lo tomé natural, como venía.
Mi opinión…
Ante todo, mis aplausos para este restaurante por traer a Santiago dos conceptos que prácticamente son inexistentes en la ciudad: servir comida tipo brunch todo el día y abrir de lunes a domingo de 8am a 9pm (incluso, ese es el horario oficial, pero escuchamos a un garzón decir que se están quedando hasta las 11pm, ajustando según el COVID permite).
La oferta de platos es GIGANTE, así que te recomiendo ojearla antes para que no ocupes 20 minutos en la mesa mirando el celular y decidiendo qué ordenar.
La Panera Rosa está perfectamente ubicada, en un sector donde abundan los restaurantes y que, con la llegada de la pandemia, se tomó una de las pistas de la calle Isidora Goyenechea para sumar una hilera de mesas y así aumentar considerablemente la capacidad de comensales simultáneos.
Los pequeños detalles importan
Ambiente
El local es una belleza.
Como era de esperarse, los detalles en color rosa predominan, pero no solo eso lo hace distinto, sino que la decoración con elementos antiguos y la iluminación cálida van de la mano, creando varias zonas, cada una con su encanto.
En la sala interior hay dos zonas con luz natural, una con mesas y sillas de madera y otra con sofás excéntricos, debajo del gran e icónico letrero fluorescente donde se lee el nombre del local y su slogan: COCINA CASERA NON-STOP.
En la terraza hay mesas bajo techo y otras en las que se puede tomar algo de sol, si gustas.
La temperatura en la sala estaba en su punto exacto, contrarrestando el calor intenso que hacía afuera y haciendo que olvidaras que estabas en verano, sin llegar a ser incómodo con ropa ligera.
Por último, al estar en el barrio el Golf, apenas terminas de comer, también te espera una caminata agradable de vuelta.
Enfocado en la experiencia global
Servicio
Lamentablemente la primera impresión fue decepcionante, pues, al llegar, la anfitriona tenía muy mala actitud.
Nos indicó que debíamos tomarnos la temperatura y aplicarnos alcohol gel, pero cuando nos pidió el pase de movilidad, su celular no funcionaba bien para escanearlos y se frustró hasta el punto de tirar el celular de mala manera y buscar una tablet que tampoco respondío bien al principio, alargando el momento incómodo.
Luego del protocolo COVID, nos ubicó en la mesa y no tuvimos más contacto con ella, sino que llegó Bárbara a atendernos maravillosamente el resto de la velada.
Cuando nos sentamos, ella estaba tomando el pedido en la mesa de al lado y al terminar nos dijo que ya volvía (en vez de irse sin siquiera hacernos saber que nos vio), lo cual me hizo saber de inmediato que nos esperaba una buen atención.
Nos tomó el pedido y estuvo pendiente en todo momento de nuestras señas para llamarla y de si todo estaba bien, incluso nos envió una cesta de panes deliciosos de cortesía que hizo que termináramos siendo fans del chef panadero.
La comida tomó entre 15 y 20 minutos en llegar, incluso con el local a menos de la mitad de su capacidad.
Sabor y algo más
Comida
Intentamos seleccionar platos variados para abarcar la mayor cantidad de estilos en una sola visita y como conclusión preliminar puedo decir que son especialistas en lo dulce.
Todo lo que nos sirvieron venía con excelente presentación, en una vajilla muy bonita y un colorido único.
El waffle, por su combinación de ingredientes poco común, me gustó más que los raviolis. En cada bocado, según lo que incluyeras, tenías una experiencia distinta. A veces tomaba waffle con pollo, otras veces pollo con pimientos, otras veces huevo con queso brie, y así iba variando el sabor de un plato que no me pude comer completo porque era mucha cantidad.
Los raviolis fueron el plato más discreto. La salsa tenía buen gusto, pero el sabor era bastante plano. Lo mejoró mucho el queso parmesano rallado que nos ofrecieron aparte y aceptamos (también en cantidades industriales).
La limonada exquisita, con temperatura ideal y sabor increíble, considerando que no soy fan de la maracuyá.
El latte vainilla también pasó la prueba y me gustó mucho como entrada, sin importar que eran las 7:30pm.
Ahora, la estrella de la noche fue la tostada francesa. ¡Qué delicia! No tiene punto débil, es un verdadero viaje de sabores que también puedes ir variando con el queso crema y/o la mermelada de frutos rojos. El color del brioche era radiante y la superficie que alguna vez estuvo tostada, ahora estaba humedecida con miel y leche, haciendo que fuera suave como un ponqué, pero manteniendo el sabor de la mantequilla. Un manjar de los dioses. Aplausos desde aquí para ese chef panadero.
El valor es la clave
Precio
Aquí tengo sentimientos encontrados.
De por sí los precios son más altos que el promedio, aunque los pago feliz por la ubicación, el local, la atención y los dulces, pero me pasa lo contrario con lo salado, que si ya encontraba alto el precio, cuando lo comparo con lo que recibí, queda en deuda.
Encuentro que un 7 de 10 describe bastante bien mi sensación final, considerando que el “valor” es el criterio más subjetivo de todos.
¿Se lee bien?
Diseño del menú
Otro criterio complicado de calificar sobre La Panera Rosa.
El menú es una real belleza con el rosado corporativo como acento, jerarquías por tamaño y color, tipografía distinta y cursiva para resaltar información secundaria, imágenes reales de algunos platos, secciones claramente definidas y un layout perfecto.
¿El problema? Que está diseñado para ser impreso y, desde la pandemia, el menú impreso desapareció y ahora lo vemos en una pantalla.
Este menú no es nada amigable para verlo en el teléfono porque tienes que hacer zoom en el PDF y las columnas de texto que van alternando de lado y que se ven preciosas en físico, son una pesadilla en un móvil.
Además, el PDF es pesado hasta para el teléfono de más alta gama y hace que el zoom-in/zoom-out no sea fluido, entonces terminas odiando el menú así sea uno de los más bonitos que hayas visto en tu vida.
Aquí es donde hay que entender que el diseño gráfico no lo es todo, sino que tiene que tomarse en cuenta también la experiencia del usuario.
Le doy un 6 de 10 solo por lo espectacular del diseño gráfico.
Puedes ver el menú acá. Por cierto, me parece extraño que no lo tengan publicado de fácil acceso, sino que tienes que pedirlo por DM en Instagram 🤷🏻♂️
- Ambiente - 10/1010/10
- Servicio - 8/108/10
- Comida - 8/108/10
- Precio - 7/107/10
- Diseño del menú - 6/106/10
Etiquetas: Chile | Entre 7 y 7.99 puntos | Presencial | Santiago
La Panera Rosa
En su Instagram dice que no manejan reservas sino que es por orden de llegada, pero en la web tienen un widget para reservar.
¿Dónde estacionar?
El estacionamiento subterráneo de Plaza Perú a menos de una cuadra es lo más cómodo y fácil, pero más caro.
También hay un WeSmartPark a dos cuadras, que es casi 3 veces más barato que Plaza Perú.
Los fines de semana se puede estacionar en Isidora Goyenechea sin costo.
¿Volvería a visitarlo?
¡Sí!
Por más que intenté pedir platos muy variados, quedaron muchos por probar, sobre todo postres, así que volveré sin dudas.
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