Intro
El Toro es un restaurante que estuvo en la calle Loreto durante casi 20 años y sufrió graves consecuencias luego del estallido social y la pandemia, pero que pudo reinventarse y mudarse a una nueva casa en Alonso de Córdova, uno de los principales hubs gastronómicos de la ciudad.
¿Qué comí?
Papas bravas
Papas cubo fritas, crujientes, con salsa brava.
7.900 CLP
Más que suficiente para compartir, la verdad el plato es gigante.
Yo diría que alcanza de entrada para 4 personas fácilmente.
Medallón filete saltimboca
Filete envuelto en jamón serrano, en reducción de vinotinto, con acompañamiento a elección.
12.900 CLP
No venía “envuelto” en jamón serrano sino que estaba a un lado todo junto.
Yo elegí puré de camote como acompañamiento.
Las otras opciones de acompañamiento son: puré de palta, mix de verdes, puré rústico, champiñones salteados y gratín de papa.
Mi opinión…
Es un sitio con características únicas. Me cuesta encontrar en la ciudad un restaurante que reúna comida con influencias españolas, modernidad, buena ubicación y actividades que complementan la experiencia de una salida a cenar como shows y exposiciones de arte.
Además, si los precios son atractivos, hace que valga la pena ir, hasta sin necesidad de aprovechar descuentos.
Los pequeños detalles importan
Ambiente
Este restaurante tiene casi 800 m2 de superficie, convirtiéndose en uno de los más grandes que he visitado en la ciudad, con capacidad para unas 300 personas.
La terraza subterránea es muy normal comparada con lo impresionante que es el salón interior, que tiene una ambientación espectacular y detalles en rojo intenso, ideada por una famosa casa de diseño de interiores de la ciudad.
Las mesas son amplias y firmes. Las sillas son muy cómodas y acolchadas. La iluminación es perfecta, lo que hace que sea un local de alto impacto.
Por la cantidad de gente, en el salón interior el ruido es estruendoso, mientras que en la terraza se siente menos ruido porque es al aire libre, pero igual cuesta conversar tranquilamente.
Enfocado en la experiencia global
Servicio
Un restaurante de este nivel debería prestarle más atención a la experiencia del cliente.
Cuando llegué me preguntaron mi nombre para verificar en una hoja de papel la reserva y me asignaron la peor mesa del restaurante (la que estaba JUSTO al lado de la entrada por donde pasa todo el mundo), siendo que mi reserva fue hecha con 3 semanas de anticipación y a la hora que llegué solo estaban ocupadas un par de mesas de las aprox. 25 que hay en la terraza.
Luego la atención del garzón fue lo mínimo que se puede esperar para que “funcione” una visita a un restaurante… Era complicado encontrarlo (más de una vez lo necesité y tuve que pedirle a los runners que lo ubicaran), mientras nos atendía jamás hizo contacto visual (se sentía como si estuviera tratando de hacer muchas cosas a la vez) y ni siquiera cuando estaba cobrando e hizo la clásica pregunta de la propina nos trató con una pizca de amabilidad.
En cuanto a los tiempos, tanto la comida como los bebestibles los entregaron bastante rápido.
Sabor y algo más
Comida
Las papas y el aderezo fueron una maravilla, aunque yo le agregaría más cantidad de salsa porque la cantidad de papas es tanta, que solo te alcanza para la mitad del plato.
El picor estaba en el punto justo para no ser molesto y complacer incluso a quien no disfruta de este sabor.
La carne estaba blanda, en el punto exacto que la pedí y con el sabor ideal, bajo una decoración de hojas de romero. La reducción de vinotinto le da el contraste dulzón y sirve para ir matizando los bocados, de acuerdo como los configures.
El jamón serrano venía aparte, no abrazando la proteína como indicaba el menú, aunque eso no fue para nada un problema.
El puré de camote estaba exquisito también, con contextura suave y cremosa, complementando los 250 gramos de carne y haciendo que sea más que suficiente para personas con apetito promedio.
El valor es la clave
Precio
Siento que estos precios están congelados desde una época anterior de la ciudad y que no se corresponden con las instalaciones, ni con la zona donde está ubicado el restaurante.
$2.500 por una limonada en el 2022 (aunque el sabor estuvo bastante suave)… ni en un sitio de comida rápida hoy en día.
$12.900 por un plato de filete y jamón serrano… Por favor, los pago cualquier día.
No le doy puntuación perfecta en este criterio porque el servicio se quedó corto.
¿Se lee bien?
Diseño del menú
Una carta muy bien lograda, letras grandes para los títulos, más chicas para las descripciones, alto contraste, perfectamente adaptada a la pantalla del teléfono con dos secciones separadas para comidas y para bebestibles.
Lo que no entiendo es, nuevamente, cómo un restaurante de este nivel va a tener unos códigos QR impresos sobre papel blanco y pegados a duras penas con cinta scotch en una mesa tan elegante, incluso con partes de la cinta levantada y negra del sucio acumulado en la parte pegante.
Le doy un 9 porque califico específicamente el diseño del menú, sin embargo, el cómo llegas a él también es importante.
- Ambiente - 9/109/10
- Servicio - 5/105/10
- Comida - 9/109/10
- Precio - 9/109/10
- Diseño del menú - 9/109/10
Etiquetas: Chile | Entre 8 y 8.99 puntos | Presencial | Santiago
El Toro
Reserva no obligatoria, pero recomendada.
¿Dónde estacionar?
En la Av. Alonso de Córdova, cruzando la calle del restaurante y en los alrededores hay muchos sitios donde estacionar. Todos son de pago, no hay veredas libres cerca.
¿Volvería a visitarlo?
¡Sí!
La próxima vez quiero ir al salón interior para disfrutar algún show en el teatro.
Además, quiero probar la famosa tortilla de papas y la milanesa con pasta/pesto que me recomendaron.
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