Ambiente

El local en sí es pequeñito, con tan solo 4 o 5 mesas en la parte interior, pero con una terraza cerrada que amplía el espacio útil como para recibir unos 50 clientes en total, calculo yo.

Cada detalle está cuidado. Visualmente es un espectáculo en cuanto a iluminación, decoración en las paredes, mobiliario, plantas y avisos.

Se nota a leguas la influencia de la experiencia que ha adquirido Emevé en su carrera profesional, porque hasta la vajilla y cubertería van de la mano para formar una sola imagen coherente con el resto de los elementos.

Les juro que quise encontrar algún detalle que faltara o que sobrara y no lo encontré.

Comida

Perfección en cada plato, tanto por la vajilla, como por la decoración y, por supuesto, el sabor.

El café estaba cremoso, a temperatura adecuada para una mañana de otoño y con arte especial.

El croissant tiene que ser de los mejores que me he comido. No había visto esta combinación específica de ingredientes en otra parte y es que combinar jamón serrano, queso crema, rúcula y tomates cherry dentro de esa suave masa de hojaldre me parece simplemente brillante.

Las mini pancakes son de otro mundo también. Afortunadamente Santiago se está abriendo a este plato que hace apenas un par de años era difícil de conseguir. Aquí en Café Calderón dominan perfectamente el arte de una buena mezcla y hacen estos bocaditos que hasta sin toppings te sacan un “hhhhmmm” de placer.

Para finalizar, las tostadas francesas… ¿Vieron la foto? ¿Necesito decir algo más? Es que, wow, el diseño del plato, el orden, la decoración, el vasito para el syrup de maple, es algo tan perfecto que da dolor romperlo para comerlo, pero cuando lo haces no te arrepientes ni un segundo porque es delicioso.

Diseño del menú

En cada mesa hay un código QR que te lleva al menú en formato PDF… Cuando la reseña de un menú empieza así, lo normal es que haya oportunidades de mejora.

Pues este menú es un espectáculo visual, nuevamente en coherencia con el resto de la experiencia con la marca.

Se lee perfectamente en el teléfono sin necesidad de hacer zoom (que es donde sufren la mayoría de los PDF) gracias al buen contraste de la tipografía con el fondo y la jerarquización por tamaño y peso.

Combina ilustraciones y fotografías para separar las secciones y mostrar los productos reales, además de la iconografía para resaltar productos “de la casa”, vegetales y/o para llevar.

Los colores son una delicia y hasta por el menú vives una experiencia maravillosa en este sitio.

Mis felicitaciones y aplausos de pie a quien hizo esta obra de arte.

Como única y pequeñita oportunidad de mejora en TODA la visita, dejo por acá la sugerencia de unificar las palabras con las que se refieren al sandwich, porque también usan “burger” y luego “hamburguesa”, en el mismo plato, entonces puede confundir porque el plato no trae carne.